martes, 10 de marzo de 2009

Que es un vino.

El vino, ¿qué es ? El vino es la bebida resultante de la transformación del mosto obtenido de las uvas, después de un proceso de fermentaciones, trasiegos, decantados y filtrados

Cinco son los factores que influyen, decisivamente, en las características de un vino. El primero es la variedad de uva con que ha sido elaborado: cada tipo de uva aporta unas características y una personalidad indiscutibles.

El segundo factor es el clima o las incidencias climáticas de cada año: la zona climática donde esté ubicado el viñedo, su latitud y altitud, aportará características diferentes a una misma variedad de uva, al igual que el comportamiento climático de cada año

En tercer lugar el suelo es un factor más, que no sólo sirve de soporte de la cepa, sino también de aporte nutritivo a la planta, y por consiguiente aporta distintas características a las uvas. La madurez adecuada de la uva es el cuarto y uno de los factores más importantes: el menor o mayor grado de madurez determinará el nivel de azúcares y acidez

Como último factor se encuentran las prácticas de elaboración: dependiendo de las formas de trabajo del enólogo, las prácticas y sistemas que se realicen, los resultados variarán considerablemente



Múltiples y diversos son los sistemas de elaboración de los vinos: el productor o elaborador será el que determine el tipo de vino que desea en atención a la caracterización de la materia prima que posee

De esta forma puede elaborar: Vinos jóvenes, de guarda, espumosos o de licor. Siendo Canarias una región eminentemente productora de vinos jóvenes, a continuación se explican los procesos de elaboración más utilizados.



El clima y el suelo son fundamentales para conseguir vinos de calidad, pero no menos importante es el proceso de vinificación. Tanto es así que dependiendo de los procedimientos enológicos empleados en la elaboración, de la mejor uva puede salir un mal vino y de una uva deficiente un vino correcto

Salvo excepciones, desde primeros de septiembre hasta mediados de octubre tiene lugar la vendimia, donde ya se hace una primera selección separando los racimos dañados. Seguidamente la uva sana es transportada al lagar de la forma menos agresiva posible, poniendo especial cuidado en que el grano no se deteriore por una excesiva presión, provocando una fermentación prematura



La experiencia ha ido imponiendo que el transporte se realice en cajas o pequeños cestos que no sobrepasen los 15 Kg. de capacidad

La descarga de la uva se realiza sobre la "tolva de recepción", una especie de pirámide invertida que a modo de embudo, irá depositando la uva sobre un "sin fin" que la conducirá directamente a la estrujadora, previo análisis del fruto para determinar su estado sanitario y su contenido en azúcares y ácidos

La estrujadora presionará el grano lo justo para evitar que pepitas y raspones o escobajos (soporte estructural del racimo) se rompan y contaminen el mosto



La pasta resultante es trasladada por medio de la "bomba de impulsión de pastas" hasta las prensas, sin entrar en contacto con el aire para impedir el inicio de la fermentación

Si se trata de un vino tinto, antes de proceder al prensado hay que despalillar la pasta. A partir de aquí el proceso tomará distintos caminos bien se trate de tintos, blancos o rosados, por no hablar de cavas o generosos



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